sábado, 14 de mayo de 2011
Se pueden sacar varias conclusiones de la celebración en el Camp Nou de la tercera liga consecutiva del Barça. La primera, el amago de despedida de Bojan. Los rumores en cuanto al delantero centro (Alexis Sánchez, Rossi...)siempre han olido a algo más que el clásico humo primaveral, y el perjudicado en ello no podría ser otro que el de Linyola. Lo que resulta incomprensible es que esa marcha se produzca pocos meses después de renovar hasta el 2015. Espero que esa renovación no tuviera nada que ver con atar su futuro económico teniendo en mente ya la idea de marcharse.
La segunda, la nula presencia de banderas esteladas en esta ocasión, lo que parece demostrar que había órdenes de arriba durante la anterior junta para politizar esta clase de actos. Sin embargo, Pedro y Jeffren iban con la bandera independentista canaria. Quizá fue por ignorancia, pero deberían tener más cuidado con esta clase de detalles. No me gusta que se politice ningún acto del club, sea por Cataluña o por Canarias.
La tercera, que todo el cuerpo técnico, incluída gente como Pep Costa o Manel Estiarte, salierian a hablar ante la afición. Me encanta que se haya reconocido el valor del trabajo de ciertas personas que también han tenido muchísimo a ver en los éxitos de este grandioso equipo. Que al menos una vez al año, ellos sean también los protagonistas, me parece un más que merecido reconocimiento.
Y la cuarta conclusión, quizá la más importante, es la que se deduce del tono de frialdad y los mensajes contenidos de la mayor parte de jugadores. En muchos de ellos, la sensación era que se mordían la lengua. El semblante serio y trisate de Busquets, al que se le notaba incomodísimo al hablar fue una buena muestra. Se notaba bastante hundido al de Badía -de ahí que Xavi buscara reivindicarlo-, y no es para menos. Se le acusa de racista por parte del club que facilita la entrada a los Ultras Sur en su estadio. No sé leer los labios, pero sí sé que una "n" no se pronuncia con la boca cerrada. Con eso me basta para estar convencido de la inocencia de Busi. Espero que el Barça llegue hasta las últimas consecuencias y ese club que ya ni deseo nombrar tenga que comerse enteras todas sus denuncias y toda su ruin sarta de pataletas infantiles de nefasto perdedor.
Estoy seguro de que a Busquets le habría encantado hablar en ese momento del tema. Como a Messi le habría gustado hablar en ese preciso instante, y no en el 29, de todos aquellos que le han acusado de teatrero y de sobreprotegido. Y a muchos de ellos, de la buena lid de la Champions de Roma. Y a Valdés, de que el yerno de España es quien tiene la cara dura, y que el Zamora es culé. De lo forzado de su discurso, deduzco que el mencionar o no todos los atropellos sufridos por el Barça esta temporada, fue el tema de debate en el vestuario. Intuyo que debió haber un agrio debate sobre el tema, y los capitanes decidieron que no se mencionara a la "Central Lechera" o al máximo rival durante la celebración, quizá por miedo a empeorar el clima de crispación entre ambos clubes. Cuando hablaba a Valdés, éste iba a decir algo fuerte y Puyol, por detrás, le dijo "no". A saber lo que iba a decir Víctor, que nunca ha destacado por callar lo que piensa.
El Madrid no consiguió impedir que el Barça llegara a la final, ni pudo siquiera optar a evitar la liga del Barça, sin embargo consiguió enrarecer el ánimo y el ambiente de la celebración de la liga. Que les aproveche, ya que será el único fruto que van a cosechar con su mezquindad.
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