Rubén (Osasuna): El Osasuna se ha hecho finalmente con los servicios del experimentado central del Mallorca Rubén González, que terminaba contrato. El ex-canterano del Real Madrid, que no contó demasiado para Laudrup, aportará aún más altura y juego aéreo a la defensa rojilla.

Cáceres (Sevilla): El Sevilla ha decidido pagar los 4 millones de euros de la opción de compra por el defensa uruguayo que hasta ahora seguía siendo propiedad del Barça, después del gran rendimiento que ha ofrecido en el club hispalense esta última temporada.

Felipe Caicedo (Levante): El ecuatoriano, máximo goleador del Levante esta temporada, ha ejercido la opción de compra, valorada en algo más de un millón de euros, al Manchester City. De todos modos al jugador no le faltan ofertas y muy probablemente se trata de una compra para hacer caja.

Mancienne (Hamburgo): El Hamburgo ha pagado 3 millones de euros por el fichaje de este joven defensa central del Chelsea y la selección sub-21 inglesa. Se trata de un central con un gran sentido táctico, buen perro de presa y muy rápido, uno de los defensas ingleses más prometedores, pese a que no disponía de apenas minutos en el primer equipo blue.

Scholes (Se retira): Se va uno de los mitos del Manchester United. Con 36 años, ha anunciado que se retira definitivamente del fútbol, y que pasará a formar parte del staff técnico del club inglés.

De Paula (Se retira): Otro que se retira del fútbol es Óscar De Paula. El que fuera durante varios años delantero de la Real Sociedad jugó esta última temporada en la Ponferradina, descendida a Segunda División B. Las lesiones han tenido mucho que ver en su decisión.

Safari (Anderlecht): Este internacional sueco de origen iraní, que puede jugar tanto de central como de lateral izquierdo, ha fichado por el Anderlecht con la carta de libertad bajo el brazo, después de destacar en el Basilea. Destaca sobretodo por su lucha y su velocidad y sin duda ayudará al conjuto de Bruselas a volver a la lucha por la Jupiler League.

Ahora que ya vamos por la cuarta Copa de Europa, si no fuera por el nombre del estadio londinense, muchos no se acurdarían de la primera en el año 92. Yo no pude evitar acordarme de las celebraciones de ese momento. Ese peregrinaje hacia la Plaza Sant Jaume, ahí donde Pep alzó la copa, al lado de Cruyff, y soltó su mítica frase "¡Ciutadans de Catalunya, ja la tenim aquí!". Con esa caravana improvisada, conducida por más de un millón (sí, sí, un 1 seguido de seis ceros) de entusiastas barcelonistas saliendo a la calle en una explosión de júbilo jamás repetida. Ese balcón de la Generalitat engalanado, desde donde se veía una plaza teñida del azulgrana de las banderas que ondeaban enloquecidas al salir Stoichkov y su "ciento por ciento". Ess celebraciones ofrecidas por Canal Plus, con la cena y fiesta posterior rociada con litros de alcohol que lograron el imposible, ver a Koeman marcándose unos pasos de baile que ni los alemanes en los garitos de Costa Brava.

Quizá sea porque uno se acostumbra incluso a la excelencia, la celebración de Wembley'11 no logró encandilarme del mismo modo. El estilo "Campeón del Anillo" no le pega lo más mínimo a las celebraciones de un Barça que simboliza todo lo contrario al frío y calculado márketing empresarial y a la pomposa ceremonia que tanto se estila al otro lado del charco. El Barça no necesita adornar artificialmente el esplendor de sus triunfos con espectáculos chapuceros, basados en púberes haciendo perfomances estilo "15-M" subidos a una tarima, estropicios a canciones míticas de Tina Turner, y anodinos espectáculos de fuegos artificiales. Sólo necesita un poco de comunión, sentir el abrazo, aunque sea lejano, de sus ídolos, recibir y dar unas palabras de cariño y de agradecimiento mútuos; sentirse, en definitiva, parte de los trofeos conseguidos.

Pero ni siquiera hubo eso. En su lugar, vimos las cara (aún más) larga de Puyol, unos capitanes incapaces de darnos nada más que los topicazos de siempre, y justo cuando las palabras de Piqué hacían presagiar que esa iba a ser una tarde de lo más interesante para culés y redactores de la Central Lechera, el micrófono aparece dando vueltas de un lado para otro sin que una mano generosa hiciera un mínimo esfuerzo por cogerlo y darle a la afición las palabras que pide. Se llegaba tarde al concierto de Shakira, y los 100.000 culés ahí presentes se quedaban con la fiesta a medias sin que a nadie de los abajo presentes pareciera importarle.

Nadie puede reprocharle ni a técnicos ni a jugadores ni una pizca de su entrega, su profesionalidad y su nivel futbolístico. Pero a nosotros tampoco nos ha faltado entrega, ni hemos escatimado una sola gota de saliva en apoyar al equipo, ni hemos dudado en coger los bártulos y desplazarnos hasta los confines de Europa para animarles. Así que merecíamos algo más. Una celebración como las de antaño en Sant Jaume, mucho más humildes, pero también más cálidas. O, al menos, que los jugadores prefirieran estar con nosotros, sus seguidores, que con unos imberbes groupies de una cantante que hace poco se declaraba madridista. Pero ellos eligieron complacer a Piqué antes que complacer al aficionado del Barça.

A todas estas, me cansa esta contínua exhibición de "pareja feliz" de la que hace gala la pareja culé de moda. ¿Es necesario para disfrutar del amor en pareja hacer ostentación pública constantemente, con besos pactados y apariciones públicas contínuas? las victorias del Barça no deberían hacernos olvidar de donde venimos, y cual es nuestra esencia. La actitud exhibicionista de Piqué, totalmente innecesaria, nos pone a los paparazzis a las puertas del Camp Nou. Si criticábamos lo cansino de ver machaconamente la pareja Beckham-Adams fingiendo ser dos tortolitos en cualquier acto público en el que tuvieran ocasión, no deberíamos callarnos ante lo cansino del dantesco espectáculo protagonizado por la pareja Piqué-Shakira, en esta ocasión rizando el rizo con Piqué señalando el trasero de su novia en un vulgar gesto de canalla. Personalmente, la celebración, si se puede llamar así, me dejó mal sabor de boca. 

Antes de empezar ya se sabía que ésta no iba a ser la final de Champions que está en todo manual del entrenador. No existe la cobardía para estos dos colosos, los sin lugar a dudas mejores equipos de esta última década. Las alineaciones ya nos anunciaban que esta iba a ser una final no sólo para ganar, sino también para disfrutar y hacer disfrutar al público que abarrotaba un impresionante Wembley. En el Manchester, Ferguson parecía hacerse un hara-kiri dejando en el banquillo a Fletcher de forma incomprensible, para situar en su lugar a un Giggs que, pese a su gran temporada, el tener que correr tras el balón lo convierte en un jugador más de la MLS o Qatar League. Sorprendió también con la titularidad de Fabio, que no es precisamente un lateral de contención. Por parte blaugrana, Puyol nos metió a todos el miedo en el cuerpo al caerse del once en el último momento, volviendo de nuevo los fantasmas de esas molestias que le dejaron tanto tiempo en el dique seco, y dejando a Piqué como la única torre capaz de frenar el peligro que suponían Vidic y Ferdinand a balón parado.

Parecía que el miedo se trasladó también al equipo, que en los primeros compases del encuentro no lograba enlazar ninguna de sus jugadas de tiralíneas. Fueron unos primeros minutos confusos en los que el Manchester parecía el Barça, y el Barça parecía él mismo, pero el de las épocas de antaño en las que deambulaba por Europa víctima de sus propios complejos. Sólo la defensa culé, que parecía de futbolín, funcionaba perfectamente, dejando a Chicharito en fuera de juego una y otra vez. Pero algo fallaba. El Manchester no buscaba el balón, sino que lo encontraba. Era como un mendigo despertándose con un lingote de oro a su lado. No supieron ser conscientes de que era su momento, y lo terminaron pagando. Wembley recordó a Atenas los diez minutos que Xavi necesitó para calzarse bien los zapatos, colocarse bien su frac, anudarse la corbata y ponerse a servir balones. Nada que no hayamos visto. Una vez sacudida la pájara inicial, volvió el Barça de Pep.

Y entonces es cuando llegó el gol de Pedro. Como Eto´o en Roma, Pedro trastocó los planes de Ferguson en el peor momento para los reds. Dicen que los escoceses son testarudos, y Ferguson no parece ser una excepción. No sólo repitió el planteamiento de Roma, sino que ahondó en sus errores, buscando el gol rápido para después entregar todas sus esperanzas a su hasta ahora infranqueable sistema defensivo. Pero era imposible quitarle el balón al Barça con un Carrick que está hecho para tener el balón y no para robarlo, un Giggs que ni está para estos trotes ahora ni lo ha estado nunca, y un Park que corre, corre, corre... pero tiene el gran defecto de que, aparte de correr, no hace nada más.

Sin centro del campo, la defensa del United se convirtió en una autopista. Es una defensa que está hecha para el fútbol inglés, donde no hay apenas Messis y Pedros y sí muchos Drogbas y Crouches. Ante Messi, una mera acumulación de hombres sin orden ni concierto y capiteaneada por dos mulas de carga de casi dos metros era como partir la mantequilla con un cuchillo albaceteño, que para colmo, el Barça tiene. Iniesta hizo lo que quiso entre líneas y las ocasiones se sucedieron durante toda la primera mitad sin apenas descanso. El Barça recordaba, por su grado de perfección futbolística, al Barça del 5-0 que parecía imposible repetir. Sólo la mala suerte, más que Van Der Saar, impidió dejar sentenciada "la cuarta" en el descanso.

Entonces fue cuando apareció Kassai. Haciendo honor a su apellido, no se olvidó de que estaba en suelo inglés. Primero no se atrevió con unas manos de Evra dentro del área, perfectamente señalables. Y después llegó el que pudo haber sido un escándalo: el Barça perdió un balón, y el Manchester, fiel a su estilo basado en la estrategia, sorprende en el saque de banda, le pasa el balón a Giggs que estaba en clarísimo fuera de juego, y éste se la deja a Rooney, que parecía el único del Manchester en tomarse en serio la final, para fusilar a Valdés. El error arbitral, aderezado con no menos de cuatro entradas sucias de Valencia que incomprensiblemente no vieron tarjeta, permitieron que el conjunto inglés se marchara a los vestuarios con un momentáneo empate más que injusto.

El Barça salió tras el descanso dispuesto a hacer de una vez justicia, empujado desde la defensa por un colosal Mascherano, que ya no es jefecito, sino jefe, líder y señor absoluto de la zaga. Y así, en el minuto 53 llegó el gol del mejor jugador de todos los tiempos. Cuarenta años son demasiados años para parar a Messi. En las islas británicas existe un gran respeto por los jugadores que han marcado una época en sus clubes, y no es habitual que un club decida "retirar" a un jugador. Pero Van Der Saar debería saber que una retirada a tiempo es una victoria. En más de una ocasión hizo valer su gran colocación y su veteranía, pero a muchos les quedó la sensación de que el Van Der Saar de sus buenos tiempos habría llegado a ese balón y se habría lanzado un poco antes. En cualquier caso, el resultado era más que merecido e incluso corto a tenor de lo que se estaba viendo.

A partir del segundo, el Manchester desapareció por completo, si es que antes todavía existía. Lejos de conformarse, el Barça siguió sin traicionar su estilo y continuó en busca del gol como si necesitaran ellos la remoontada. Messi tuvo otras dos nuevas ocasiones para marcar, pero se topó con la envergadura de Van Der Saar.Ferguson no reaccionaba y permaneció impasible, con las manos temblorosas, ante el espectáculo azulgrana. Hasta el minuto 69 no se decidió a mover ficha. Nani por Fabio. El jugador más talentoso y menos defensivo de su equipo, a cambio de un defensa. Era todo o nada. Pero sorpresa, llegó Villa, y sin que nadie se lo esperara, puso patas arriba el mítico Wembley con un zapatazo desde fuera del área marca de la casa. Un golazo que rubricaba una final que superaba al mejor guión que pusiera escribirse, y un guaje que escribía su nombre con letras de oro en la historia de las finales europeas, y que demostraba al fin el porqué de su fichaje. Y a partir de ahí, la tranquilidad, y los homenajes por ambos bandos. Ferguson permitió que Scholes jugara sus últimos minutos en la élite, y casi al final, Pep decide obsequiar a Afellay por su profesionalidad y su aportación decisiva en las semifinales, y permite a Puyol lucir el brazalete de capitán en lo que se ha convertido ya en la estampa más mítica del barcelonismo. Así hasta el pitido final, pese a que Chicharito se empeñó en buscar la emoción y evitó rendirse ante la evidencia.

El Barça subió, una vez más, los 39 escalones de Wembley, como ya lo hizo hace 19 años un héroe llamado Koeman. Ahí empezó una época, una filosofía, una forma de entender el fútbol que ha culminado este 28 de mayo en el mismo lugar donde empezó. Un aspecto distinto acogió a un equipo distinto, pero el espíritu de Wembley permanecía intacto, y todavía resonaba el eco de ese "salid y divertíos" que pronunció Cruyff bajo ese mismo cielo. Finalmente, llegó el momento más emotivo: Abidal alzó sus brazos y mostró al firmamento futbolístico quien gobierna en la Tierra, alzando la cuarta orejona de nuestra historia, la que nos convierte en el rey absoluto de la Liga de Campeones, en el líder indiscutible del siglo XXI y en algo más que un club, un lugar donde además de ganadores, somos humanos. Con un par de pimientos.

Ji-Sung Park


Cuando el ManU pagó al PSV siete millones de euros en el año 2005 por él, nadie creyó que iba a convertirse en uno de los fichajes más rentables del Manchester de la última década. Representa para el United algo parecido a lo que representó para el Barça Luis Enrique durante varios años. No es fácil encontrar jugadores como Park, que sean capaces de actuar en todas las posiciones del centro del campo y del ataque sin ver apenas mermado su rendimiento, y a la vez aúnar tantas cualidades en un mismo jugador, entre las que destaca su espíritu de lucha y el insustituible trabajo que realiza por el equipo durante los 90 minutos. No es titular indiscutible, pero no por ello deja de ser un jugador importantísimo, ya sea para oxigenar el centro del campo en las segundas partes o para suplir cualquier baja ofensiva.

Nani


El último grito en la inmensa fábrica de jugadores talentosos que es el Sporting de Lisboa. Su progresión desde que llegó al Manchester United ha sido espectacular, siendo esta última temporada la de su auténtica explosión como verdadero "crack", sumando 9 goles y nada menos que 19 asistencias (mejor jugador de la liga en este aspecto). Tiene talento de sobra y capacidad para destrozar por sí solo cualquier defensa, jugando tanto en la banda izquierda como en la derecha.  Es muy difícil de marcar por su movilidad y por lo imprevisible de sus acciones. Pese a todo, puede ser el sacrificado en ataque si Ferguson decide reforzar el centro del campo contra el Barça.

Antonio Valencia


Un viejo conocido de la afición del Villarreal, aunque el nivel futbolístico del jugador ecuatoriano nada tiene que ver con el que demostró en el club amarillo. Ha superado incluso las expectativas más optimistas desde que llegó al Wigan Athletic. Le costó arrancar, pero su tercera temporada rompió todos los pronósticos, lo que le valió fichar por el equipo de Ferguson. Y la que parecía una apuesta muy arriesgada no ha defraudado en absoluto. Su final de temporada ha sido espectacular, siendo el jugador clave para el título de liga en los tramos finales. Por ello, junto a su espíritu de lucha, velocidad y derroche físico, es bastante probable que esté de inicio en Wembley. Afortunadamente, serán Abidal o Puyol los que tengan que marcarle.

Gabriel Obertan


El ex-jugador del Girondins es más un jugador de futuro que de presente. Su presencia en el equipo es testimonial y es muy probable que ni siquiera llegue a sentarse en el banquillo. Es un jugador de gran talento individual y muy rápido, un extremo a la antigua usanza que tiene la virtud de poder jugar por ambas bandas e incluso como delantero centro gracias a su físico, por el que algunos han llegado a compararle con Thierry Henry. Sin embargo le condenan su irregularidad, su frialdad en ocasiones y su escaso acierto ante la portería. Es más un jugador para un Arsenal que para un United.

Bebé


Su apariencia física (1,90 metros de altura) por sí sola ya asusta y nada hace pensar que sólo tiene 20 años. Es la última adquisición portuguesa del Manchester United, siempre atento a cualquier jugador que destaque en la liga lusa. Es un delantero todoterreno, que puede jugar en cualquier posición del ataque, aunque se desenvuelve mejor por el centro. Pese a su altura, es un jugador que destaca más por su velocidad y por su manejo del balón que por su juego aéreo. Se le puede considerar más un jugador del filial que del primer equipo, en el que sólo ha jugado en dos partidos de liga y uno de Champions League.

Michael Owen


Pese a que está lejos de su retirada (tiene 31 años), Owen está físicamente a un nivel muy inferior, no ya de sus mejores momentos en el Liverpool, sino del jugador que vimos en el Real Madrid o el Newcastle. No ha sabido suplir su falta de velocidad con otras cualidades. Eso le ha llevado a jugar solamente un partido como titular en el Manchester. Termina contrato y es muy difícil que continúe en el club, sobretodo después del impresionante rendimiento de Chicrarito, de características muy parecidas a las suyas, que le ha eclipsado toda posibilidad de jugar.

Dimitar Berbatov 

A la tercera le llegó la vencida. Después de dos temporadas en las que la portería parecía hacérsele pequeña, y que le llegaron a condenar a la suplencia, en esta última no sólo ha vuelto a ser el delantero que impresionó en el Tottenham, sino que ha logrado superar su mejor versión. Es el máximo goleador de la Premier League con 21 tantos, sin embargo en la Champions League sigue teniendo una cuenta pendiente, lo que puede relegarle pese a todo al banquillo en Wembley. Además, ha ido de más a menos. Sigue teniendo en la apatía su peor defecto.

Wayne Rooney

Es indiscutiblemente la estrella del United, y su jugador más mediático. La salida de Cristiano Ronaldo le obligó a ejercer de líder absoluto de la delantera y ha asumido esa responsabilidad con creces. Marcó 26 goles en 32 partidos la temporada y en ésta ha marcado bastantes menos (11) pero ha dado 11 asistencias. Su mejor virtud, más allá de su gran talento, está en su carácter ganador, que empuja a todo su equipo, y la tremenda presión arriba que realiza. Recuerda a Stoichkov. Es uno de los mejores delanteros del mundo, aunque debería aparecer más en los partidos importantes.

Chicharito

Su nombre es Javier Hérnandez, pero lleva como apodo "Chicharito" por su padre, al que llamaban "Chicharo" por sus ojos verdes. No hay que fiarse de su simpatía y su cara de niño bueno, su candidez se termina cuando pisa el área rival y se transforma en un Pancho Villa sin piedad alguna de porteros y defensas. Me atrevería a decir que es, ahora mismo, el mayor peligro que tiene este Manchester. No en vano ha sido elegido por la afición de Old Trafford el mejor jugador de su equipo esta temporada, gracias en gran medida a sus 13 goles marcados habiendo jugado sólo 15 partidos como titular. Ojo a su velocidad, y tampoco hay que fiarse de su escasa altura, ya que pese a ello es un gran rematador de cabeza. 

El centro del campo del United destaca por su versatilidad. No hay titulares ni suplentes claros en esta posición,  ni jugadores que destaquen muy por encina del resto. Que jueguen unos y otros depende en gran medida el sello que en cada momento decida Alex Ferguson imprimir al equipo. No obstante, en líneas generales se puede decir que es un centro del campo netamente defensivo y físico.  Podría haber incluído tanto a Nani como a Park, pero prefiero dejarlos para el siguiente capítulo del análisis.



Owen Hargreaves


Un caso curioso de trotamundos del fútbol. Nació y creció futbolísticamente en Canadá, debutó como profesional en la Bundesliga alemana, pero ha jugado siempre con la selección inglesa. Nada queda de aquel centrocampista que sorprendió a propios y extraños en la Champions League del año 2000, con sólo veinte años, con exhibiciones ante el Real Madrid y el Valencia. Su fichaje por el Manchester se convirtió en una pesadilla para él. Sus continuas lesiones de rodilla apenas le han pemitido jugar con los Red Devils y demostrar las tremendas cualidades tanto defensivas como tácticas que hicieron que el club inglés apostara fuerte por él. Teóricamente tiene el alta médica, pero sus posibilidades de jugar son nulas. Termina contrato y le va a costar encontrar un equipo.

Anderson

Empezó jugando de mediapunta en las categorías inferiores de Brasil y en el Oporto, donde dio un impresionante rendimiento e incluso hubo quien llegó a compararlo con Ronaldinho. Pero en el Manchester juega como interior por la izquierda. Es un centrocampista muy vertical y explosivo, que recuerda en muchas facetas de su juego a Edgar Davids, incluyendo su punto débil que es el gol, aunque Anderson mueve ligeramente mejor el balón. Alterna la titularidad con la suplencia, fundamentalmente debido a la enorme competencia que tiene en su posición.

Michael Carrick


Si hay un jugador que tiene el puesto asegurado en el once titular que presentará el United, ese es Carrick. Es el ojito derecho de Sir Alex. Un jugador que no hace apenas ruido pero que es clave en el equilibrio defensa-ataque del Manchester. Si Pepe fue, o intentó ser, el anti-Messi en la maratón de los Madrid-Barça, Carrick será el encargado de que el astro argentino no disponga de espacios para arrancar. Y lo más probable es que sea más eficaz que el carnicero del Madrid. Siempre sabe donde colocarse, intercepta todos los pases que pasan por su zona, pero además es un jugador que sabe mover de maravilla el balón, rara vez falla un pase y sabe marcar como pocos el ritmo del equipo.

 Paul Scholes

Siempre ha sido el prototipo del clásico "box to box" inglés. Con sus 36 años, se ha quedado en "box" a secas, pero aún así sigue siendo un jugador importante en el equiema de Ferguson. No hace falta hablar de su formidable disparo desde media distancia, pues ya lo sufrimos en las semifinales de Champions League de hace unos años, cuando fuimos eliminados gracias a un zapatazo suyo desde casi treinta metros.Su veteranía y flema es un punto a favor para que sea titular, de nuevo, en una final.

Darren Fletcher


El jugador escocés se perdió la final de Roma debido a una sanción, pero en esta ocasión y si nada lo remedia, vamos a tener que sufrirle al lado de Carrick, con quien forma un doble pivote muy complicado de superar. Si Carrick representa la inteligencia y serenidad, Fletcher es el sacrificio, la fuerza y el pundonor. Es la pareja perfecta, y con él en el campo, a Xavi e Iniesta les va a costar bastante más mover el balón con soltura.


Ryan Giggs


Sobran los comentarios. Se trata de toda una leyenda del fútbol mundial, y uno de los mejores extremos zurdos de la historia, y cualquier presentación sobra. Pero cuidado, no es sólo una leyenda, es también presente y un jugador peligrosísimo, que el Barça deberá tener muy en cuenta. Vive una segunda juvendud perfectamente adaptado a su nueva posición de interior izquierdo, desde donde no pisa tanta área ni tanta cal como antes, pero se hincha a dar asistencias. Incluso ha llegado a jugar de lateral en algún partido. No es ninguna sorpresa que, a sus 37 años, el galés siga siendo uno de los jugadores más utilizados por Ferguson en esta última Premier League ganada.

Darren Gibson


Este joven futbolista norirlandes -aunque juega con la selección de Eire- es un suplente habitual de lujo en los partidos del Manchester, donde juega generalmente como interior.No es nada del otro mundo, pero es bastante regular, corre y lucha por todo el campo y tiene un diapsro lejano con su pierna derecha bastante peligroso.

Empezaré el análisis de nuestro rival de la final de Champions League hablando de su defensa, que es quizá su línea más completa y de más nivel, que destaca en líneas generales por su altura, su fortaleza y su potencia física, muy al estilo del fútbol inglés.


Edwin Van Der Sar

Sus cuarenta años pueden hacer creer que está muy fuera de forma, pero nada más lejos de la realidad. Sigue moviendo sus casi dos metros casi con la misma soltura que cuando se dio a conocer en el Ajax de Van Gaal como uno de los mejores porteros del fútbol europeo. Sus reflejos ya no son los mismos, pero ha ganado aún más en seguridad. No se pondrá nervioso, eso es seguro. Sigue siendo un seguro por alto, y sigue teniendo su punto débil de siempre: los mano a mano y las salidas con los pies. Será su último partido antes de retirarse por lo que saldrá con una motivación especial.

Tomasz Kuszczak

Este portero polaco, de nombre inpronunciable, sería el sustituto de Van Der Sar en el caso de que no pudiera jugar la final. Se trata de un portero suplente de auténtico lujo, que podría ser titular en muchos clubes de primer nivel europeo. De hecho, Kuszczak ya ha dejado claro que desea irse, y el Wigan Athletic parece el mejor colocado para hacerse con sus servicios. Con amplia experiencia en alto nivel, tras haber defendido los palos del Hertha Berlín y el West Bromwich Albion durante varias temporadas, Ferguson puede dormir completamente tranquilo. De corte parecido a Van Der Sar: discreto, sobrio, un baluarte por alto, de buenos reflejos y algo flojo en las salidas y con el juego con los pies.

Anders Lindegaard

Es danés, pero fue fichado, por una cantidad nada despreciable para un portero suplente, del Aalesunds noruego. Seguramente se quedará como el portero suplente de ¿De Gea?, tras la anunciada marcha de Kuszczak. Al igual que los dos porteros que tiene delante, destaca por su poderoso físico, que le permite ser un seguro en los balones altos, pero cuenta además con un saque largo muy potente. No es sin embargo ningún prodigio en agilidad. Tiene un buen futuro por delante.
 Fábio

El primero de los gemelos Da Silva, es el suplente habitual de Evra, aunque también ha ocupado en alguna ocasión el flanco derecho como sustituto de su hermano Rafael. Comenzó su carrera futbolística jugando como volante y se nota, porque es un lateral netamente ofensivo. Muy rápido y luchador, pero le falta todavía madurar bastante y mejorar en el aspecto defensivo. Tiene prácticamente imposible jugar. Se le distingue de su hermano por su corte de pelo "a lo Marcelo".

La vuelta de esta eliminatoria se disputará el próximo domingo, día 22 en el Anexo del Estadio de Gran Canaria a las 12.00 horas (hora insular, las 13.00 horas en territorio peninsular)

FC Barcelona: Jesús, Edu, Rosell, Ayala, Julio, Gustavo, Ernesto (Cristian, min. 35), Masó, Dongou (Etock, min. 55), Rafa (Pol Calvet, min. 50), Gerard Deulofeu (Grimaldo, min. 73) 

UD Las Palmas: Álex, Pedro, Verdes, Toba, Rivero, Álvaro (Jeffey, min. 78), Leo (Alexandro, mint. 45), Martín (Pablo, min. 52), Adrián, José Artiles (Fran, min. 90), Dylan (Nilis, min.52)

Tarjetas amarillas: Adrián, Leo, Toba, Álex, Pol Calvet

Tarjetas rojas: Álex

En los restantes encuentros de la competición  se dieron los siguientes resultados:

Real Madrid CF 1-2 C. At.Osasuna
Real Racing Club 0-2 Rayo Vallecano
Sevilla FC 2-2 Villarreal CF
RC Celta 1-1 Athletic Club
Valencia CF 2-2 Córdoba CF
Real Sociedad 1-2 RC Deportivo de la coruña
CD Tenerife 0-1 RCD Espanyol



No quiero terminar este análisis de fútbol formativo sin mencionar al Juvenil B y al Cadete B, que ayer se proclamaron campeones de sus respectivas ligas. La enhorabuena para ellos y para todos los que están detrás de esto.

Ya han salido las imágenes definitivas de la que será la nueva camiseta para la próxima campaña. La nueva casaca presenta las novedades ya conocidas del nuevo sponsor, además del diseño, que incorpora una serie de líneas a modo de diagonales a lo largo de la camiseta.

Éste es indiscutiblemente el país del victimismo. Año tras año, España fracasa en Eurovisión, y año tras año, la culpa es de las conspiraciones rusas, la hispanofobia, el amiguismo balcánico, un castigo divino a TVE, o las chupipandis nórdicas. Cualquier excusa es válida para no reconocer que España trae tras año canciones (por decir algo) a cual más cutre y hortera que la anterior. De no existir esta falta de autocrítica por parte de la organización, se habría apostado por alguien con cara y ojos, algún artista de verdad, que haberlos haylos aunque no sean enchufados de la SGAE, y no esa cutrez, pero siempre es más cómodo mirar hacia otro lado. Total, el dinero que la Televisión Española dedica a humillar a este país delante de Europa una vez al año sale del contribuyente, así que ¿para qué cambiar?

¿A quién recuerda todo esto? el Madrid lleva años destacando por hacer lo mismo. No necesita hacer autocrítica porque ya tiene una corte afín de titiriteros dispuestos a hacer lo que haga falta por salvar la cabeza de su dueño. Hace años no pudieron evitar que la incompetencia de Florentino Pérez como gestor de un club de fútbol quedara a la vista hasta del anciano del pueblo que sigue preguntando si el Madrid es de nuevo campeón de Europa. Pero ahora Florentino ha decidido no volver a repetir los mismos errores y curarse en salud: con Mejía Dávila, las influencias de Jorge Mendes, y la buena sintonía con absolutamente toda la prensa nacional, capaz de venderse por un plato de lentejas, lo ha dejado todo atado y bien atado para que la autocrítica brille por su ausencia. Y por si fuera poco, ahora cuenta también con la inestimable ayuda del delegado luxemburgués en la UEFA. Este delegado parece siempre poner un especial empeño en que al Barça le caigan todas las sanciones posibles, primero buscando que Iniesta se perdiera el partido de ida de semifinales tras una reclamación totalmente surrealista y demencial, y ahora ha encontrado en el "racismo" de Busquets todo un filón. Con un poco más de esfuerzo quizá consigan eliminar todo atisbo de autocrítica en el Madrid, como Uribarri logró mucho tiempo con Eurovisión.

El Ajax, campeón de liga. Gracias al excelente trabajo de Frank De Boer, el Ajax volvió a su puesto natural de campeón tras siete años navegando sin rumbo. De Boer sustituyó a Martin Jol en el mes de diciembre, con su equipo situado en cuarto lugar y una grave crisis a nivel institucional que desembocó en la dimisión en bloque de toda su directiva. El ex-defensa del Barça supo sobreponerse a toda esta crisis, al recelo y críticas de Cruyff, y a los traspasos de dos jugadores clave como eran Luis Suárez y Emanuelson, con un gran fútbol en el que la disciplina táctica y la velocidad de su ataque son sus dos puntales.

Habrá quien piense que ganar la Eredivisie es cosa fácil, pero el Twente, además del último campeón, es un rival muy duro. El equipo de Preud´Homme no hace un fútbol tan atractivo, pero sí muy eficaz, con una defensa muy fuerte, mucha agresividad y una pareja de tanques en la delantera muy eficaz, formada por el costarricense Bryan Ruiz y el austriaco Janko, un verdadero panzer en ataque de casi dos metros. Creo que Frank De Boer tiene un gran futuro por delante como entrenador, aunque veremos que tal se sobrepondrá de las numerosas bajas que tendrá el Ajax este verano, ya que a Stekelemburg, Vertonghen, Van Der Wiel y El Hambaoui no le faltarán ofertas, ni siquiera a una de las nuevas joyas, el danés Eriksen, al que algunos comparan con Laudrup y que el Barça parece tener controlado como una posible adquisición a medio plazo.

Fuentes fotos:

http://www.ugoal.com