sábado, 23 de abril de 2011
Mascherano: dio una lección una vez más de como robar balones imposibles. No obstante sigue sin convencerme, pues una vez más nos encontramos con el mismo problema: es tener un perro de presa en la defensa. Su juego anárquico, apto para un centrocampista de sus características, descoloca todo el sistema defensivo. No nos dejemos engañar por lo vistoso de su tackling, Mascherano es una solución de emergencia por ahora decente, pero no hemos descubierto un central para el Barça.

Villa: todo un acierto ponerlo para este partido. Era importante que el guaje cogiera confianza y su gol y su actuación en general debería bastar para viajar tranquilo al Bernabeu. 11 partidos sin marcar era una losa demasiado pesada. Dejando a un lado el gol, parece que se siente más a gusto sin un Messi al lado al que le tenga que abrir espacios. Son dos jugadores que siempre tienen la portería entre ceja y ceja, atacan siempre de cara, no tienen miedo a encarar y es complicado que brillen ambos a la vez.

Milito: lo de la defensa merece una entrada aparte, que prefiero dejar para el largo domingo. Es inconcebible que en un partido como éste, con un rival que, con todos mis respetos por si algún rojillo me lee, es ofensivamente mediocre, Fontàs no tenga nuevamente ni un solo minuto. Estoy convencido de que, por poco que hiciera, mejoraría las prestaciones del argentino. Yo admiraba al Milito que llegó del Zaragoza y se convirtió en lo poco salvable de la última temporada de Rijkaard, convirtiéndose en el mejor central del equipo. Pero su grave lesión ha significado su muerte futbolística, salvo que un milagro lo remedie. Me gustaría saber lo que pasaría por la cabeza de Pep para que decidiera que Fontàs debía subir al primer equipo, porque me resulta imposible, tras mucho pensar, encontrar otra explicación que no sea la de que hacía falta alguien para llevarles la botellita del Solán de Cabras.

Guardiola: las guardioladas del míster no conocen límites. En este partido hemos asistido a una nueva disposición táctica que no sabría si llamarla "el corrál de la Pacheca", o "o mediocentros o nada". Con siete centrocampistas en el campo y un sólo central nato, y con 10 jugadores tras la lesión de Maxwell -pues ya se habían hecho los tres cambios- durante 25 minutos se puede decir que el Barça jugaba con dos líneas de centrocampistas y ninguna de centrales. Menos mal que Messi puso las cosas en su sitio, nada más salir Pandiani -con algún kilito de más, por cierto- con su rifle preparado para aprovechar tal desbarajuste. Lo mejor de Pep, su apuesta por Villa y haber pensado en el Bernabeu sin dejarse llevar por el canguelo endémico del culé. El resto, mejor borrarlo de la retina y pensar ya en el partido del Miércoles.

Osasuna: Hay que felicitarles. Vinieron al Camp Nou a jugar y no a pelear, lo que les honra. Se nota que es Mendilíbar -buen amigo de Guardiola, por cierto- y no el rancio estilo de Camacho quien se sienta actualmente en el banquillo. Su presión arriba supuso un gran problema para la circulación de balón culé, con o sin Xavi e Iniesta. El de Zaldívar le ganó claramente la partida táctica al Pep Team.

Fuente foto:
http://www.mundodeportivo.com

1 comentarios:

blaugrana dijo...

Partido para olvidar donde lo mejor fue el resultado. Lo mejor sin duda ha sido el gol de Villa que tanta falta le hacía, totalmente mereceido por otra parte después del trabajo poco reconocido que hizo el otro día en Chamartín.

Creo que Guardiola se precipitó innecesariamente al hacer los tres cambios quedando la mitad del segundo tiempo para jugar. Fue jugar con fuego y así se demostró cuando Maxwell se lesionó. Resulto algo dantesco ver a Fontas en el banquillo de espectador cuando hoy hubiera sido una muy buena oportunidad para hacer compañía al jefecito en el centro de la zaga.

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