jueves, 9 de junio de 2011

Muchas veces he pensado cuánto tardarían los oportunistas en buscar su sitio en la parrilla de salida de la carrera hacia la poltrona azulgrana. Y pensaba que una liga y una Champions tan brillantemente ganadas ahuyentarían a esta clase de personajes como la leona a las hienas. Sin embargo no ha sido así, ya nada les espanta, y con todo el descaro del mundo, los tres derrotados en las últimas elecciones se hicieron de nuevo la fotografía para hacer piña en favor de las secciones. El Barça, parece ser, es un clamor ya que se ha eliminado una sección que por lo visto era histórica: el beisbol. No menos lágrimas provoca el confinamiento del resto de secciones "no profesionales", que ahora cumplirán el sueño de muchos independentistas: jugar sólo en Cataluña. Y en el colmo de la crueldad, la junta azulgrana decidió aplicar un recorte progresivo a las secciones profesionales, salvo el fútbol.

Se trata de una medida que, como no, es altamente impopular, como siempre que se aplica un recorte presupuestario. Ya sea en un club de fútbol, o en los Presupuestos Generales del Estado, la contención en el gasto siempre se ve con malos ojos ante la opinión pública, que generalmente es incapaz de entender que los gastos deben estar en consonancia con los ingresos. Existe una creencia generalizada en el barcelonismo de que podemos competir de tú a tú contra el Real Madrid, y contra los clubes punteros ingleses y africanos, despreciando las mismas fuentes de ingresos de las que se aprovechan los competidores. El romanticismo se impone al pragmatismo, y se ignora que, sin publicidad en la camiseta, y con el déficit actual en las secciones, que es de 43,5 millones de €, el Barça generaría un déficit adicional de 75 millones de €. Eso significaría que el presupuesto debería reducirse hasta unos 350 millones de euros anuales, lo que nos situaría por debajo del Manchester United, que cuenta con una deuda escandalosa.

El problema, más que un presupuesto excesivo, es la falta de ingresos, y de eso tenemos la mayor parte de culpa los propios aficionados. No puede ser que la sección de baloncesto tenga, con 30 millones, el mayor presupuesto de Europa (tras Olimpiakos) y sólo genere cinco, una tercera parte que el Caja Laboral. Ni que el balonmano gaste nueve millones y sólo genere uno. Ni que el hockey patines sólo obtenga unos ingresos de 300.000 euros (menos que las secciones amateurs) y cueste diez veces más. Es completamente absurdo, y muy negativo para las arcas del club, mantener ese nivel de déficit, además de injusto, ya que se trata de una competencia desleal respecto a otros clubes que participan en esas competiciones. Más que ganar títulos, se puede decir que se compran los títulos. Ganarlos tiene el mismo mérito que un magnate gastando en el Manchester City lo que gasta. O peor, porque el City tiene unos gastos que doblan sus ingresos; y sólo en el caso del baloncesto, que es la sección menos deficitaria, como he comentado antes el volumen de gastos es seis veces mayor. Es como si en baloncesto hubiera tres jeques de Abi Dhabi inyectando dinero a la vez en el club. Competición desleal en toda regla. Y además, pagado por los socios y los aficionados que en su mayoría no lo disfrutan, salvo cuando llega el final de temporada, se gana el título y, entonces sí, son unos grandes aficionados del baloncesto, el balonmano y el hockey.

La falta de interés en esas secciones se pone de manifiesto en la asistencia media. En el Barça de baloncesto, pese a tener el abono más económico de toda la liga ACB, y tras ganar la Euroliga, la asistencia media no llega a los 4.000 espectadores. Sólo el Gran Canaria, Suzuki Manresa y Meridiano Alicante tienen una asistencia media inferior. Pero hay que tener en cuenta además, que por ejemplo el abono al pabellón de Gran Canaria cuesta más del doble. Unicaja, Caja Laboral y Estudiantes prácticamente triplican la afluencia de público del Palau. Son números realmente dramáticos, pero en el resto de secciones la situación es todavía peor.

Balonmano y Hockey son dos secciones gratuitas para los socios. Pero ni siquiera siendo gratis consiguen atraer a los culés a la cancha. La asistencia en balonmano apenas llega a la mitad de la de Valladolid, Ciudad Real y León, pese a ser ciudades bastante más pequeñas. En Hockey patines la asistencia está más en consonancia con los clubes punteros, pero en cuanto a presupuesto dobla a sus competidores. Llama la atención que el Futbol Sala, que hasta ahora no había sido profesional, sea el club de Europa en su competición que lleva a más gente. No deja de ser curioso, ya que es la sección con, en teoría, menos tradición, y hasta esta última temporada había sido autogestionada.

Tras ver los datos, resulta sorprendente que ahora todo el mundo tema por el futuro de las secciones. No parecían tener miedo cuando las dejaban de lado, y pese a poder acceder gratuitamente a ellas, preferían hacer otras cosas. Menos demagogia. Las secciones no interesan a nadie, salvo cuando se trata de celebrar sus títulos. Todos hemos contribuido a esto con nuestra dejadez. Los culés hemos sido los primeros en cargarnos las secciones que supuestamente tanto queremos, no Rosell.

Fuente presentación diapositivas:

 FCBweb

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